¿Qué si he tenido malos amores? Si pudieras ver mi cara estarías muerta de la risa. A veces nos cuesta aprender a identificar a los buenos porque creemos que solo nos topamos con los equivocados.
Me han partido el corazón un par de veces. Cuando me ocurría me molestaba y no entendía el porqué. Luego, con el pasar de los años, pude identificar que en gran medida el problema era mío, pues siempre elegía mal.
Confundía los celos con muestras de amor, el apego con afecto y la tonta necesidad de complacer incluso por encima de mi bienestar. No entendía de la libertad, y tenía que marcar mi territorio con imposiciones en las redes sociales y en otros espacios.
No era para nada feliz. Me mostraba insegura y no permitía que mi voz no se sintiera. Me daba miedo ser abandonada o convertirme en lo que algunos hombres llaman “la tóxica”. Por ello callaba ante muchas situaciones que no me gustaban y soporté cosas que a hoy, rechazo con vehemencia.
¡El amor propio es la clave! Esta frase está tan trillada pero es muy cierta. Todo ocurre después de tu última desilusión amorosa, esa a la que te aferraste con uñas y dientes hasta perderte a ti misma.
La tusa no te mata pero si te ayuda a bajar de peso, te empiezas a ver más linda, a vestirte como te gusta, a salir con tus amigas, a beber y a pasarla bueno. Te das cuenta que hay más peces en el mar y que la mayoría son más lindos que el bocachico que te dejó. ja ja ja
Descubres que todavía te miran, y que otros resaltan en ti esas cosas que el individuo aquel no valoraba y que muchas veces minimizaba. El sol sale y tú brillas. Te das una nueva oportunidad de VIVIR LA VIDA sin importar el qué dirán.
Empiezas a hacer yoga, a estudiar algo nuevo, tus sueños se reactivan y aunque sigues superando la pérdida de ese amor, ya tienes claro que fue mejor que terminara, porque es ahí cuando ENTIENDES que ya no eras feliz y que a veces el amor muta a la rutina, esa que te envuelve y ni te das cuenta.
La tusa como todo en esta vida, tiene sus fases y cuando ya estás a punto de superarla, aparece el que te dejó para decirte que vuelvan a estar juntos. En ese momento sientes que todo se te revuelve de nuevo en la panza. Hasta piensas que es una señal divina y estás otra vez en el inicio, solo que en esta oportunidad hay una diferencia muy grande y es que al perderlo a él, te encontraste a ti.
En ese momento pones en una balanza lo que era tu relación de antes y lo que es tu vida en el presente. Debes elegir, y la verdad es que no es nada agradable porque en el fondo de tu corazón sientes algo por él (casi siempre es apego). Solo el amor verdadero que ganaste en esta batalla, te podrá ayudar a salir de esa encrucijada.
Yo te puedo decir que de las veces que me ha ocurrido, he decido avanzar sola porque no creo en los remiendos. Si me dejan es porque a la larga lo que sentían por mí no era tan fuerte y eso de que "al perderme se dieron cuenta de lo que valgo"... no sé, para mi es cuento chino.
Es de admirar a las personas que logran amarse más que a sus parejas, o a una vida con ellas. No es fácil decidir dar un paso al costado, pero cuando sabes lo que mereces, no abres puertas del pasado que te causaron dolor a menos que vengan acompañadas de grandes cambios.