Este proyecto que está próximo a presentarse en el Congreso y que es liderado por John Milton Rodríguez, del partido cristiano Colombia Justa-Libres, causa revuelo entre activistas y mujeres víctimas de violación.
Pasar por una experiencia de agresión sexual es algo que sin duda marca a una mujer sin importar su edad y trae consigo una serie de afectaciones físicas, sociales y psicológicas.
Por lo tanto, para las víctimas de este flagelo y sus representantes, debería ser como mínimo, una decisión PERSONAL el tener o no, a un bebé fruto de una violación.
En Colombia estas son las tres causales autorizadas por la Corte Constitucional para permitir el aborto, (peligro para la vida o para la salud de la mujer; malformación del feto o violación). Sin embargo, algunos partidos denominados "bancada Próvida", buscan ganar adeptos con proyectos que van en contra de la libertad y derechos de las mujeres AL TENER LA OPORTUNIDAD DE ELEGIR LIBREMENTE QUÉ HACER.
Para el congresista Rodríguez, el "mínimo vital" sería una solución que se presentaría por un año para mujeres de escasos recursos, en dónde se contempla que el valor a recibir, sea el de un salario mínimo legal vigente. Además, uno de los requisitos debe ser que la víctima se encuentre desempleada.
A esta polémica iniciativa, se suma la de la senadora María del Rosario Guerra, que busca que el aborto sea aprobado también por el progenitor o "padre", desconociendo que en la mayoría de los casos, estos son los que obligan a la mujer a llevar a cabo el procedimiento. Sin mencionar, aquellos que no ocurren dentro de una relación consensuada.
¿Con este tipo de proyectos no se incentiva el embarazo forzado? ¿Dónde quedan los derechos de las víctimas de violación?
Según un informe de Perspectivas Internacionales en salud sexual y reproductiva de Elena Prada, en Colombia se realizan al año, cerca de 400 mil abortos clandestinos por falta de educación sexual de calidad, por violencia sexual y por poco acceso de los diferentes anticonceptivos a la población femenina.