top of page
Buscar
  • Foto del escritorDe Chicas

Dejar a un abusador, es liberarte de una vida de maltrato

Actualizado: 8 oct 2020

Por Daniela Sanabria

Libertad. Imagen: freepik.es

Vivir con un maltratador, es estar todo el tiempo condicionada. Tu vida transcurre en ese estado donde pierdes la noción de la realidad, del deber ser, de lo racional, de lo objetivo, es abrir la puerta a mil demonios que torturaran tu existencia hasta dejarte de lado.


La soledad te cobija aún estando al lado de esta persona, él no secará tus lágrimas cuando la vida te hiera o el cansancio de vivir se acumule, no, eso no pasara porque su frialdad y escasa comprensión hacia el sentimiento ajeno, saldrá a la luz ¡Sí! Sobre todo, en los peores momentos, en donde más lo necesitas. Para este abusador, siempre estás exagerando, "no deberías llorar, no tienes permiso de llorar, tampoco de hablarlo porque entonces ya te estás quejando y victimizando. Debes ser fuerte, tú eres fuerte".


Esta fue mi historia, al igual que la de muchas mujeres, historias dolorosas que podemos evitar, quizá algunos no lo puedan entender, pero al ser conscientes de los patrones y características que tiene una persona abusadora y maltratadora, podremos dar un paso al costado y así evitarnos el dolor que causa ser la víctima.


Era alucinante estar con alguien que parecía tener el control de todo ¡Vaya, ¡la primera impresión!, en casa me enseñaron que lo mejor que podría sucederle a una mujer era encontrar un hombre con dominio ¡Mira a tu papá, no sabe hacer nada sin mí!, esas eran las palabras de mi mamá. De esta manera empecé a involucrarme con una persona que a primera vista, me llevaba “por un buen camino” y tan solo me deje ir en una relación infestada de dificultades, con ausencia de comunicación, y con tantos vacíos emocionales, que le exigían más y más a mi corazón “aguanta”, me repetía día y noche.


Creía que mi deber era estar siempre, mostrarle a través de mi amor como él podía buscar suavidad en sus palabras, en sus conductas y no quedando satisfecha, algún día me expresara sin tanta dificultad lo que por mi sentía, si es que sentía algo, pues con el tiempo entendí que el amor es bueno y si lo que obtienes no lo es, claramente la respuesta está ahí.


Todo este caos hizo que me costara entender mi realidad, y después de muchos años, hoy analizo y cuestiono mi actuar ¿Cómo sobreviví a tanto? Cada día la situación se tornaba peor, el maltrato se tomaba el poder de lo que yo llamaba "hogar". Mis días estaban plagados de miedo, empecé a sentir esa soledad fría atravesando mis huesos, la melancolía era el pan de cada día.


¿Cuántas veces tenía que fallarme a mí misma? ¿Cuánta devoción debía tener por alguien que partió en dos mi corazón? ¿Cuánto tiempo más confundiría una absurda dependencia con el amor?


Una noche en el patio de mi casa, cansada de llorar me arrodille y le pedí a Dios piedad, le pedí ayuda, no se que tanto Dios comprendió mi clamor confuso, sólo sé que la mañana del 12 de mayo él decidió renunciar, sin claridad alguna, menos acompañado de una explicación, se fue de la casa. Las heridas eran muchas y sólo tenía que aprender a sanar, comprender que la vida me estaba dando una oportunidad y paso a paso levantar mi mirada.


Para todas las que me están leyendo, les comparto mi historia. Aprendí que todo nace de la ausencia, que desde ese día que se marchó aunque no entendía nada, su partida me hizo grande, me hizo entender que era más fuerte que cualquiera, que mi deseo de vivir es infinito y que jamás volvería a permitir ni una sola palabra hiriente.


En este presente me siento más fuerte. Ya han pasado un par de meses. No les miento que al principio de esta nueva etapa lloré y sentí miedo por lo que sería mi futuro sin él, resulta que también entendí que convivir con un maltratador es normalizar el daño que te causan, y terminas fingiendo que la vida está llena de todas estas cosas negativas, piensas que así son las relaciones y sí, así son las relaciones marcadas por el abuso pero las relaciones marcadas por el amor, están lejos de ser todo eso que te rompe y te daña.


Las personas maltratadoras tienen rasgos que no podemos ignorar; por lo general, ellos nos dejan ver algunos desde el inicio de la conquista y si somos lo suficientemente detallistas los podremos identificar. La realidad es que en la mayoría de los casos ignoramos estas señales y las relaciones nocivas avanzan a un punto en el que hay convivencia, hijos y sueños de por medio. Nunca es tarde para reaccionar en contra del abuso, y una vez abres los ojos te das cuenta que no hay manera de que aguantes algo similar de nuevo.



Quiero compartir con ustedes las características de un maltratador, estos son sus rasgos más primitivos, los que no abandonará por nada del mundo, pues su única intención es ser y hacer lo que a esta persona le parezca.


Sesgos cognitivos: psicología rígida

Los agresores suelen tener pensamientos distorsionados sobre los roles sexuales. Consideran que el otro género es inferior a ellos y lo justifican mediante la violencia. Son personas que están repletas de prejuicios, lo que les hace reaccionar de manera violenta.


Sus signos de intolerancia les convierten en tiranos, testarudos, obstinados y antidemocráticos. Su rigidez de pensamiento hace que impongan siempre y ante cualquier circunstancia su criterio personal.


Incapacidad para la resolución de problemas

Su inflexibilidad cognitiva les imposibilita aprender o buscar soluciones a sus problemas. Esto puede ser debido a que presentan un pensamiento polar o dicotómico. Es decir, se posicionan en uno de los dos extremos: o bien o mal. No existe término medio o mesura posible.


Baja autoestima

Su infancia ha marcado el curso de su desarrollo emocional. Por eso, el perfil psicológico de un maltratador evidencia una clara falta de autoestima. Esta poca consideración y amor hacia uno mismo puede ser la causa o la consecuencia del maltrato. Por supuesto que, en ninguno de los dos casos, está justificado.


Dificultades de comunicación

Esta resistencia pasiva a la hora de desenvolverse con las personas evidencia sus dificultades para comunicarse de manera eficaz con los demás. De hecho, la falta de asertividad es uno de los rasgos característicos del perfil psicológico de un maltratador.


Dependencia emocional

El desgaste en las relaciones con otras personas tiene como principal consecuencia un paulatino aislamiento social. Al carecer de todo tipo de amistades, las atenciones que presta se centran únicamente en su pareja.


Necesidad de control

Al desarrollar ese sometimiento, se sienten en la necesidad y la obligación de controlar todo lo que hace o siente su pareja: su trabajo, las relaciones que tiene con su familia, su círculo de amistades, sus gustos… Desarrolla actitudes de vigilancia extrema y celos enfermizos.


Frustración

Son muy frecuentes los casos en los que a raíz de su frustración laboral, los maltratadores descargan toda su ira y rabia en el ambiente doméstico. Manifiestan irritabilidad exacerbar y una falta generalizada de control de sus impulsos. Este tipo de violencia, denominada expresiva, tiende a reforzarse a medida que van sucediéndose los episodios violentos.


Sin autocontrol ni empatía

El perfil psicológico de un maltratador se caracteriza por la falta de control emocional de los agresores. Son analfabetos en términos afectivos. Tienen gran dificultad para expresar lo que sienten, no saben reflexionar sobre su yo interior y carecen de cualquier tipo de empatía. Esto les priva de cualquier tipo de remordimiento sobre el daño que han causado a su víctima.


Mentira seductora

Normalmente, conquistan a su víctima seduciéndola. Son personas manipuladoras, usan la mentira y las falsas promesas y son capaces de adoptar cualquier tipo de papel con tal de salirse con la suya.


209 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
  • De Chicas Blog en Facebook
  • De Chicas Blog en Instagram

© 2023 by {atc} Creative Studio.

Orgullosamente hecho con amor.

¡Gracias por suscribirte! :-)

bottom of page