Por: Daniela Sanabria Zapata
“Este escrito se fue construyendo y casualmente tú (De Chicas Blog) me impulsaste para terminarlo. Posterior a mi separación no me había atrevido a escribir nada, ¡Gracias!”
Entre todas nos cuidamos y acompañamos en los momentos difíciles que atravesamos. Terminar una relación y dejar ir a esa persona que estuvo en nuestro corazón, nunca será algo fácil de hacer, pero con amigas y amor propio, podremos transformarlo para que al final, nos deje más aprendizaje y valor para avanzar.
Este artículo fue escrito por Daniela, ella quiso compartir con todas nosotras lo que le dejó su separación y cómo se sintió los días posteriores a ella. Aquí la historia…
Siempre viví anhelando tu compañía y aunque sabía que no podía exigir demasiado, en cada minuto esperaba sentirte. Tantas veces anhele que llegaras a casa y me abrazaras cuando las cosas no salía tan bien, pero nunca estabas, solo respirabas a mi lado y yo a ratos sin poder si quiera dormir, ¿A dónde fuiste?
Compartimos tantos años y al final se fueron en palabras que no te creíste ni tú mismo. Me canse de esperarte en la madrugada desconsolada como una pequeña abandonada. Y sin alguna explicación, me dolían tus malos tratos y tu escasa importancia por mi amor. Aunque el agotamiento crecía cada día más, yo me reprochaba el no luchar lo suficiente por los años “construidos” ¡Y vaya que tonta! Cuando quisiste, te fuiste prometiendo y mintiendo como bien lo sabes hacer, siempre hasta el final tú y tu falta de amor por mi.
Y no serán los años los que construyan un gran amor, es lo que me repito todos los días después de tu partida… Pienso que será con alguien que esté dispuesto a amarme, a luchar, construir, reír y vivir sin límites una vida en pareja.
Alguien que cuando se levante no sólo respire a tu lado, sino que además te mire y se sienta orgulloso y complacido de tenerte. Alguien al que el amarte, no se le convierta en una obligación o una presión social. Que no sea el causante de tus lágrimas pero que se siente a tu lado a escucharte y tenga el ánimo de querer secarlas, porque no serán los años, será con quien esté dispuesto a brindarte un amor de calidad.
No tengas miedo de abrazar tu libertad, De ver lo positivo que una separación te puede dejar. No es el fin del mundo, por el contrario, es el inicio de una nueva etapa de tu vida en la que debes procurar amarte más y más.